Como lo que ha dicho el Sr. Montoro (Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas) es el cuento de Pedro y el Lobo, pues hoy en la Cadena Ser dijo que el Ejecutivo va a impulsar un cambio en la ley para que se puedan exigir responsabilidades penales a los gestores públicos, políticos o no, que incumplan los presupuestos, ja, ja, como me gustaría tener que tragarme la ironía y desdecirme, pues al compás de lo comentado, quiero exponer una reflexión y es que no me queda más remedio que dar la razón a escritores y periodistas de cierto nivel, que insisten en que el principal problema de nuestro país es la actitud de nuestros dirigentes.
Yo solo veía el derroche, el despilfarro y el abuso en aquellas personas que los medios de comunicación les ponen en evidencia, pero solo teniendo la oportunidad de codearse con individuos con cargos de responsabilidad en instituciones públicas, te das cuenta que el problema está muy generalizado, una vez que nuestros actuales gestores se ven en dichos puestos, automáticamente se dan por merecedores de privilegios, que nada tiene que ver con la austeridad, la buena praxis y la realidad del sector privado, de repente están en una nube y aunque su comportamiento contribuya a engordar el problema, no dudan en dar por hecho que Papa Estado con sus medidas en contra del ciudadano, les va a seguir permitiendo sus excesos de todo poderoso.
Existen muchos ejemplos, que reflejan los gastos que se pasan a cargo del erario público a diario sin necesidad, como teléfonos de uso personal y familiar, comidas y horas extra porque su horario de trabajo no le cunde, taxis para acudir al trabajo y un sinfín de gastos increíbles que multiplicados por el exagerado número de cargos, empresas e instituciones públicas en todo el territorio nacional y parte en el extranjero, hacen insostenible nuestro merecido Bienestar, sacrificándose a pasos agigantados solo por mantener la elite mencionada el suyo propio.
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