Es curioso, que muchos de estos políticos que forman parte
del Gobierno, recurren a esta frase para justificar que aún sabiendo que
existen hechos, decisiones y normas injustas e impopulares, como el cobro de
ciertos tributos y tasas para pagar los excesos de unos pocos con poder para
malgastar, aún así nos insisten, que como está escrito en forma de Ley, hemos
de asumir sin discusión que esto es así y no nos queda más remedio que
aceptarlo.
Normalmente su pronunciación la acompañan de un sentimiento
de comprensión ante el esfuerzo y sufrimiento que provocan al ciudadano y como
no, en la mayoría de los casos, se ponen al mismo nivel de apego, pues se
consideran también perjudicados de alguna manera.
Es desesperante ver como de costumbre, que intentan hacernos
creer que quienes hacen las leyes, son dioses, entes superiores y por
consiguiente dueños absolutos de la razón y obvian que siempre que les ha
convenido, no solamente han creado, modificado y eliminado leyes según sus
políticas, sino que se permiten el lujo de cuestionar el cumplimiento de
sentencias, que aplicando sus propias leyes les son desfavorables, por el mero
hecho de tratarse de Personas con cargos de relevancia, Partidos
Políticos, Gobiernos Autonómicos e
Instituciones Publicas entre otras.
Al común de los mortales, el incumplimiento de las leyes,
por muy abusivas que le parezcan, le supone una dificultad con consecuencias
insalvables, que de manera voluntaria o involuntaria siempre tendrá su castigo,
excepto si perteneces a la casta, conoces o eres familia de algún privilegiado,
mucho mejor y a ser posible lo más parecido a yerno del Rey.