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domingo, 15 de abril de 2012

La Crisis se alarga por interés.

Tiempo atrás, cuando Gobernaba Zapatero, alguna vez he llegado a comentar que estaba cabreado con la Clase Política en General y con ese Gobierno en particular, hoy, después de haber dado un tiempo prudencial al nuevo Gobierno de Rajoy, vuelvo a estar en las mismas circunstancias.

Sé que mucha gente, aún después de comprobar que no está haciendo nada de lo que propuso en su Campaña, cosa que debería de ser denunciable, pues muchas personas críticas como es mi caso, votan dependiendo de lo que oyen en periodo Electoral, bueno pues aún hoy, lo disculpan con la excusa de la herencia recibida, pero viendo que Rajoy está haciendo la misma política continuista de la última etapa de Zapatero, no me queda otra, que constatar que tanto PP como PSOE, son el mismo perro con diferente collar y que para Gestionar un País como en la Edad Media, sobran más de la mitad de los políticos. No se puede y mucho menos después de que nuestros Gobernantes se venden como gente muy formada, capacitada y preparada, limitarse a esclavizar al trabajador de cara a sus Señores (Reforma Laboral), subir los tributos al pueblo llano (Impuestos y Recortes) para que los Nobles (Presidentes Autonómicos) y sus Caballeros (Asesores, Administradores, Directivos, etc.) sigan viviendo por encima de sus posibilidades y vender el País al enemigo (Los Mercados), pues estos están empeñados en que nos vaya aún peor, para sacar mayor rentabilidad con nuestra desgracia.
La única manera de salir de esta situación de inmediato, es adelgazar el enorme coste que supone al país sus Instituciones Públicas, desde Ayuntamientos, pasado por los Gobiernos Autonómicos, el Gobierno Nacional y las Empresas Públicas creadas por políticos y sus amiguetes que viven de inflar los precios que el estado ha de pagar por sus necesidades de productos y servicios.
Todos sabemos que esto no va a suceder y por ello tardaremos mucho tiempo en oír que la recuperación económica se ve venir.
Gracias políticos míos por vuestra ineficacia consentida.